Alejandro Lapeña. Loading
Claves para no fallar en tu rutina facial
¿Tienes muchos productos de cuidado facial y no sabes como ordenarlos u optimizar su uso para conseguir unos mejores resultados? Desde este blog, iremos dando las claves de los productos indispensables en tu rutina facial

Una rutina facial efectiva se basa en el uso de productos diseñados para mantener la piel limpia, equilibrada, hidratada y protegida. Cada paso cumple una función específica y contribuye a la salud general del rostro. El primer producto esencial es el limpiador facial, encargado de retirar impurezas, exceso de grasa, residuos de maquillaje y contaminantes ambientales. Escoger el limpiador adecuado según el tipo de piel (gel para piel grasa, crema para piel seca, espuma para piel mixta o sensible) es clave para evitar irritaciones o resequedad.

Tras la limpieza, el tónico actúa como un preparador de la piel, equilibrando su pH y ayudando a cerrar los poros mientras aporta frescura. Aunque algunos lo consideran prescindible, su uso facilita la absorción de productos posteriores y puede ofrecer beneficios adicionales como hidratación ligera o control de sebo, según su formulación.

El siguiente paso suele ser la aplicación de suero o sérum, concentrado en activos específicos que tratan necesidades puntuales: vitamina C para luminosidad y antioxidación, ácido hialurónico para hidratación profunda, niacinamida para regular el sebo y mejorar la textura, o retinoides para tratar signos de envejecimiento. Debido a su textura ligera, los sueros penetran con facilidad y representan el paso de mayor impacto en la rutina.

Después, se incorpora la crema hidratante, que sella la hidratación y refuerza la barrera cutánea. Las pieles secas suelen beneficiarse de texturas más densas, mientras que las pieles grasas prefieren geles ligeros o lociones no comedogénicas. La hidratación adecuada previene la pérdida de agua transepidérmica, calma la piel y mantiene su elasticidad.

Uno de los productos más fundamentales es el protector solar, indispensable en la rutina de día. El uso diario de un SPF 50 o superior protege contra los rayos UVA y UVB, previniendo manchas, envejecimiento prematuro y daños más graves como el cáncer de piel. Es crucial aplicarlo en cantidad suficiente y reaplicarlo durante el día si se está expuesto al sol.

Finalmente, aunque no son de uso diario, los exfoliantes y mascarillas complementan la rutina. La exfoliación química o física una o dos veces por semana ayuda a renovar la piel y mejorar su textura, mientras que las mascarillas ofrecen un impulso adicional de hidratación, limpieza o luminosidad según sus ingredientes.

En conjunto, estos productos forman una rutina completa que promueve una piel más saludable, equilibrada y protegida.