La piel de la barba tiene unas características especiales como son un mayor grosor de la capa córnea y una mayor densidad de unidades pilosebáceas que originan un mayor riesgo de infecciones cutáneas locales. De esta forma, la higiene y salud de la piel de la barba es fundamental entre los varones no sólo para minimizar el riesgo de infecciones, sino para prevenir otros problemas relacionados con el afeitado como son heridas o dermatitis de contacto (irritativa y/o alérgica)
No obstante, hoy voy a hablar de una entidad infrecuente pero que cada vez se están viendo más casos en nuestras consultas de dermatología como es la “pseudofoliculitis de la barba”.
La pseudofoliculitis de la barba ha sido descrita con diversos nombres como tinea barbae o psicosis crónica de la barba y hace referencia a una infección cutánea fúngica que afecta la zona de la barba y el vello facial en los hombres. Es causada por hongos dermatofitos, que son particularmente adeptos a infectar las áreas con vello. Estos hongos pueden ser transmitidos por contacto directo con personas o animales infectados, o incluso a través de objetos contaminados, como toallas, cuchillas de afeitar o ropa.
De esta forma, existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de contraer tinea barbae:
La tinea barbae se manifiesta con varios síntomas característicos que pueden incluir:
El tratamiento de la tinea barbae generalmente implica el uso de antifúngicos, que pueden ser administrados de forma tópica o, en casos más graves o resistentes, de manera oral. Es fundamental que el tratamiento sea recetado por un profesional de la salud, como un dermatólogo. El tipo y duración del tratamiento variarán según la gravedad de la infección.
La prevención de la tinea barbae se basa en prácticas de higiene personal y precauciones, como:
En resumen, la pseudofoliculitis de la barba es una infección cutánea de naturaleza fúngica que afecta la zona de la barba y el vello facial. Aunque suele ser tratable, es esencial buscar atención dermatológica y seguir el tratamiento prescrito para evitar complicaciones.